viernes, 29 de enero de 2016

Una propuesta inteligente

Celebro el abandono del discurso del "bunker" y del "sorpasso" y la inauguración de un nuevo discurso en relación a los pactos post-electorales por parte de Podemos, que se ha iniciado con su reciente propuesta de gobierno de coalición PSOE-Podemos-IU.

Es una propuesta oportuna e inteligente.

Por eso, desde el lobby mediático de la derecha se dispara ahora contra Podemos con todo su viejo arsenal de calumnias, que cada vez se cree menos gente poro que, a fuerza de repetirlas, acaban por hacer su efecto en las masas desinformadas.

Estamos ante una auténtica "propuesta ganadora", que es aquella propuesta con la que el proponente gana tanto si es aceptada como si no: Si la propuesta es aceptada, Podemos aparecería como el principal impulsor de un gobierno transformador para España. Si no, el PSOE tendría que explicar por qué rechaza esta posibilidad en la campaña hacia unas hipotéticas elecciones anticipadas.

Celebro, además, que la propuesta no haya levantado el revuelo que entre la izquierda de la izquierda suele levantar cualquier propuesta de alianza con el PSOE (recuerden las críticas a IU por pactar con el PSOE en Andalucía).

Celebro que la izquierda transformadora haya aprendido por fin a hacer política, en lugar de abandonarse a purismos estériles.

Lo mas curioso de todo es que el sorpasso podría venir, al final, como consecuencia del abandono del discurso del sorpasso.

martes, 12 de enero de 2016

Españislavia

Suele decirse que los políticos son especialistas en crearse sus propios problemas, para poder dedicarse a resolverlos en vez de a resolver los problemas de la gente. A veces, sin embargo, los problemas que crean los políticos se les van de las manos y la cosa empieza a parecerse al conocido texto de Woody Allen "Como acabar de una vez por todas con el ajedrez por correspondencia", cuya atenta lectura recomiendo a los políticos catalanes y españoles. Es decir, acaban en una situación en la que ambas partes se dan simultáneamente "jaque mate", sin ninguna posibilidad de acuerdo.

Algo así amenaza con suceder con el laberinto catalán. 

Si no fuera porque la cosa puede acabar en tragedia, podría ser incluso divertido imaginar las tribulaciones de cualquier ciudadano catalán (empresario, funcionario, trabajador, jubilado ...), apremiado por las demandas simultáneas de dos administraciones diferentes: dos legislaciones diferentes, dos haciendas diferentes, dos policías diferentes, etc... compitiendo por su lealtad (y por su bolsa).

Lo peor de todo es que se conocen los orígenes del problema: dos partidos, llamados CyU y PP, acosados por la corrupción y cada vez mas desprestigiados ante sus respectivos electorados, que necesitan urgentemente desviar la atención de la población hacia problemas distintos de sus verdaderos problemas: paro, crisis económica, crisis ambiental, crisis de confianza en las instituciones ... Las continuas llamadas de CyU (o como se llame ahora) a un partido en sus antípodas ideológicas como la CUP, basadas en los intereses superiores de la Nación Catalana, tienen su correlato en las continuas llamadas del PP al PSOE y otros partidos para que le apoyen en función de los sagrados intereses de la Nación Española. Hasta barrunto que la "solución" en España pueda ser la misma que en Cataluña, que Rajoy, como Mas, acabe siendo "sacrificado" a cambio del acuerdo ¡Hasta ahí llega el paralelismo!

Si los independentistas catalanes fueran en serio, se plantearían una estrategia a largo plazo, basada en la demanda del derecho a decidir, que cuenta ya con el apoyo del 80% de la población catalana, que explotaría en su beneficio la incapacidad de dar respuesta a esta demanda por parte de los políticos españoles. En lugar de ello, han optado por montar una independencia de pacotilla, para la que carecen de la base social necesaria. ¿Por qué? Muy sencillo, porque eso es lo que necesitan los políticos corruptos de CyU para sobrevivir unos años mas. 

En cuanto a los políticos españoles, la mayoría parece empeñada en seguirles el juego, montando la otra pieza del puzzle: un Gobierno Español de nacionalismo ultramontano, cuya única seña de identidad reconocible sea la sagrada unidad de la Patria. A esta alternativa, aparte del PP que hace lo que ha hecho siempre, envolverse en la bandera y enconar la situación, se suman los "barones" del PSOE, con Susana Díaz a la cabeza. Y Ciudadanos, un partido sin programa que hace de la españolidad a ultranza su única seña de identidad.

Sin embargo, esta es una situación ya vivida en España. ¿Se acuerdan del "Plan Ibarretxe" y de como se disolvió como un azucarillo cuando el PP perdió las elecciones?. El abertxalismo del PNV se disolvió entonces como se disuelve el ying cuando le falta el yang. ¿Y si al catalanismo de sainete de CyU le pasase lo mismo si enfrente, en lugar de otro españolismo de sainete, se encontrase con un gobierno serio, preocupado por resolver los verdaderos problemas de españoles y catalanes?. 

En cuanto a Podemos en sus diferentes versiones, si bien la solución que proponen al "problema catalán" es probablemente la mas sensata de todas, se equivocan al hacer de ello una "línea roja". No es propio de un partido que se reclama heredero del 15-M poner en el primer lugar de su estrategia negociadora un problema tan baladí como ese, cuando no solo en España, sino en Europa y en el Mundo, nos enfrentamos a problemas de mucha mayor envergadura: la guerra, el hambre y la misera cada vez mas cerca de  nuestras fronteras, una crisis social, económica y ambiental sin resolver, etc... Defiendan su propuesta, que es sensata sin duda, pero no renuncien por defenderla a un acuerdo de gobierno que acabe con los cuatro años negros del PP y pueda ser un progreso hacia la solución de los verdaderos problemas de los españoles y los catalanes. Es cuestión de prioridades, simplemente. 

Como casi siempre, Alberto Garzón dio en la tecla durante la campaña electoral al denunciar el reto independentista de Mas en Cataluña como un problema artificial, algo que implícitamente todos los demás líderes reconocieron al no referirse casi a dicho "problema", prueba inequívoca de que sus jefes de campaña sabían que no era ese el problema que inquietaba a los españoles.

Me produce cierta esperanza que el actual líder del PSOE, Pedro Sánchez, resista todavía las presiones de todo el sistema político tradicional, dentro y fuera de su partido, para formar un gobierno que sea la "imagen a través del espejo" de los independentistas que gobiernan Cataluña. Pero tengo dudas de que pueda resistir mucho tiempo.

Ojalá que sí, porque los sainetes a veces acaban en tragedia.










martes, 5 de enero de 2016

Laicismo o barbarie en Oriente Próximo

La reciente decapitación de 47 presos políticos acusados de "terrorismo" en Arabia Saudí, que si no ha pasado desapercibida ha sido porque entre ellos se encontraba un protegido de la otra gran teocracia de Oriente Próximo, ha puesto al descubierto la verdadera naturaleza de los aliados de "Occidente" en dicha región del Mundo.



Si juzgamos a las políticas por sus resultados y no por sus objetivos declarados, no cabe duda de que el verdadero resultado de la política de "Occidente" en Oriente Próximo no ha sido otro que propiciar la sustitución de regímenes laicos por regímenes teocráticos, si bien este resultado ha venido enmascarado por el objetivo declarado de promover la democracia frente a la dictadura.

Es cierto que Najibulá en Afganistán, Sadam Hussein en Irak, Bachar al Asad en Siria, Gadaffi en Libia, etc... eran dictadores, pero no es menos cierto que encarnaban regímenes laicos en los que se respetaba la libertad religiosa, se respetaban y promovían los derechos de la mujer como nunca se habían respetado en esa región del Mundo, se promovían la educación y la cultura y, sobre todo, se garantizaba a la mayoría de sus habitantes un nivel de vida digno. Tareas todas ellas en las que han fracasado los regímenes que los han sustituido o están en trance de hacerlo gracias, entre otras cosas, a la intervención de "Occidente".

En muchos casos, además, los regímenes que los han sustituido han sido teocracias fanáticas (como ocurrió tras la primera guerra de Afganistán) que hubo luego que combatir. En otros casos, los regímenes que los sustituyeron han de enfrentarse a la amenaza de enemigos poderosos como el ISIS, que tratan de imponer teocracias no menos fanáticas y enemigas de los derechos humanos, especialmente de los derechos del 50% femenino de la humanidad.

Y si hace unos años las grandes potencias en Oriente Próximo eran regímenes laicos (Egipto, Irán, Irak, Siria...), ahora son teocracias como Arabia Saudí o el Irán de los Ayatolas.

Empeñarse en no reconocer que el laicismo es una precondición de la democracia, para elaborar un discurso en el que se acaba por apoyar como "luchadores por la libertad" a fanáticos religiosos es un craso error que acaban pagando millones de personas como estamos viendo. Si no es algo peor: cinismo de la peor especie.

Reconozcamos pues que sin laicismo no hay democracia y que, por tanto, hoy por hoy la verdadera alternativa en Oriente Próximo no es entre democracia o dictadura, sino entre laicismo o barbarie.